Laura Lipman fue reportera periodística estadounidense y actualmente es escritora de novela policiaca. Ha publicado veinticuatro novelas, de las cuales doce pertenecen a la Serie Tess Monaghan -protagonizada precisamente por una reportera metida a detective-, más diversos cuentos.
Un ama de casa divorciada decide meterse a periodista. La fortuna quiere que trabe conocimiento epistolar con el asesino de una chica, lo que le dará un puesto en su periódico. Posteriormente investigará la muerte de otra mujer, que ha aparecido muerta en el interior de un lago.
Agatha Christie publicó cuarenta y un libros protagonizados por el detective Poirot. En mil novecientos setenta y cuatro presentó un compendio de relatos bajo el títuloo Primeros casos de Poirot, que incluía dieciocho relatos, entre los que figuraba The Adventure of the Clapham Cook.
Entre mil novecientos ochenta y nueve y dos mil trece se emitió la sèrie Agatha Christie’s Poirot, con David Suchet como el famoso detective belga. El capítulo inicial fue el que hoy nos ocupa. Fue dirigida por Edward Bennet.
El capitán Hastings lee a Poirot las noticias de la prensa para decidir qué casos le interesan. Tras descartar unos cuentos llega una cliente que logra convencer al insigne investigador para descubrir qué ha sido de su sirvienta, que marchó de la casa de un día para el otro, sin dar aviso. Pero a medida que avanzan las pesquisas se va complicando el caso, relacionado con el robo en un banco.
Agatha Christie’s Poirot es una serie digna de ver.
Pedro Antonio de Alarcón fue un escritor español del siglo XIX que escribió siete novelas, tres recopilaciones de cuentos, poesías, una obra de teatro, libros de viajes y diversos artículos. En mil ochocientos cincuenta y tres publicó el relato El clavo, que modificó en mil ochocientos ochenta y volvió a publicar en la colección Cuentos amatorios. El clavo se constituyó como una obra romántica y a la vez de corte negrocriminal, estando entre las primeras obras de corte policiaco de la literatura española.
En la década de mil novecientos cuarenta fue lleva al cine la adaptación cinematográfica dirigida por Rafael Gil, con un guion del propio director y de Eduardo Marquina. Sus principales papeles fueron interpretados por Amparo Rivelles y Rafael Durán, entre otros.
En un viaje en diligencia, un juez conoce a una joven de la que se enamora. Se prometen en matrimonio, pero el juez debe tomar posesión de su nueva plaza, por lo que posponen para una fecha posterior el reencontrase. Mientras, el juez envía a su prometida una serie de cartas que ella no responde. Consternado, avanza su regreso y no encuentra a la mujer. Cinco años después, el juez ha sido trasladado a otra población y descubre accidentalmente el cráneo de una persona asesinada al clavarle un clavo en el cráneo, que pasó desapercibido, catalogándose la muerte como natural.
El clavo es un film de posguerra y se ha de ver como tal, con toda su carga romántica y hasta almibarada. En la década de los setenta fue reinterpretado como producción televisiva de cinco capítulos, en una de aquellas tan celebradas novelas que se pasaban a las ocho de la tarde. La trama es ingeniosa y revela una película de calidad, para mi gusto, tras la que hay -como sucede a menudo- una obra literaria.
Entre el 3 y el 13 de febrero ha tenido lugar el recuperado festival BCNegra. Recuerdo el que se llevó a cabo en dos mil veinte, poco antes de producirse el parón mundial del que ahora parecemos ir saliendo. Debo decir que esta edición es la que más intensamente he vivido, tal vez por mis ganas de normalidad y de BCNegra.
El viernes 3 fue la inauguración, en la biblioteca Jaume Fuster. Se había preparado una exposición de la obra de González Ledesma, padre del comisario de ficción Mendez, y se contó con la participación, entre otros, de sus dos hijos, que narraron cómo era vivir con un autor.
Sábado y domingo los pasamos en un escenario incomparable: el del remodelado y mítico El Molino, en el Paralelo.
A partir del lunes cambiamos de ubicación y nos trasladamos al teatro de l’Aliança del Poblenou. También tuvimos la oportunidad de efectuar -el viernes- una incursión al mercado de la Boquería. Allí se habló acerca de la gastronomía en la novela de Camilleri.
Ente otros muchos, BCNegra contó: con su comisario Carlos Zanón; con Jordi Sierra Fabra, César Perez Gellida, Carlos Basas del Rey, Jordi Ledesma, Lorenzo Silva, Andreu Martín, Eduardo Mendoza, Empar Fernández, Rosa Ribas, Carlos Quílez, Tura Soler, Don Winslow, Alicia Giménez Barlet, Paz Velasco de la Fuente, Carmen Mola y Toni Hill.
BCNegra ha estado a la altura de las expectativas generadas. ¡Quedamos emplazados para el próximo año!
Laura Lipman es autora de una docena de novelas de la serie Tess Monaghan, protagonizada por una detective privada. Hasta Piel quemada era autora de otra docena más de novelas, a las que se sumó ésta en dos mil veintiuno.
John Boland fue un variopinto escritor del siglo XX que cultivó tanto la ciencia ficción como la novela policiaca. En mil novecientos cincuenta y ocho publicó The League of de Gentleman, llevada al cine dos años después con el mismo título.
En su versión en castellano se estrenó como Objetivo: Banco de Inglaterra. Fue dirigida por Basil Dearden bajo un guión del famoso Bryan Forbes. La protagonizaron, en sus papeles principales, Jack Howkins, Nigel Patrick, Bryan Forbes, Roger Livesey, Richard Attenborough, Kieron Moore, Terence Alexander, Kieron Moore y Robert Coote, entre otros.
Un grupo de ex oficiales británicos, sin experiencia en robos pero muy acuciados por las deudas, decide atracar un banco en el momento en que el blindado de caudales deje una importante cantidad en la entidad. Para ello elaboran un minucioso plan que incluye el asalto a un acuartelamiento militar para hacerse con armas. Por desgracia para ellos, la inesperada actuación de un testigo comprometerá el plan.
Objetivo: Blanco de Inglaterra escenifica de maravilla las características de las películas el género. En esta actúan unos personajes más o menos flemáticos, muy alejados de otras producciones donde sus protagonistas son delincuentes profesionales. La considero un producto típico del cine inglés de la época, muy digno de ver.
Javier Cercas publicó Las leyes de la frontera en mil novecientos doce, y nueve años después sería estrenada en los cines. La dirigió Daniel Monzón bajo un guión adaptado de Jorge Guerricaechevarría, y la protagonizaron, en sus papeles principales, Marcos Ruiz, Begoña Vargas y Chechu Salgado.
Corre la segunda mitad de los años setenta. Un adolescente de barrio obrero de Girona se junta contra todo pronóstico con una banda de quinquis, atraído irremisiblemente por una chica integrada entre los delincuentes. Empieza a colaborar en sus fechorías, asaltando bares y tiendas, y acaba participando en el robo de un banco. Serán delatados y se iniciará una trepidante huida de la policía.
Las leyes de frontera recrea al cine quinqui de los años setenta y ochenta, que tan buenos títulos dio con los directores Eloy de la Iglesia (El pico, Navajeros), José Antonio de la Loma (Perros callejeros, Yo, el vaquilla), Jordi Cadena (Barcelona sur) y Vicente Aranda (El Lute).
El film que hoy nos ocupa posee una magnífica ambientación. Los coches y las motos que aparecen, las cabinas telefónicas, los bares y discotecas calcan el momento que se vive. Los policías son los de la época y los delitos que se daban aparecen fielmente reflejados. También la motivación de los que delinquían.
Sin embargo, Las leyes de la frontera no deja de ser -para mi gusto- un film con cierto toque almibarado al que se da un extraño e inverosímil final feliz para el protagonista. Quien quiera sumergirse en serio en la época deberá dirigirse a los clásicos. Lo cual no obsta para que la película sea muy digna de ver, especialmente para quienes conocimos la época.
La educación es un producto de la cultura, al mismo tiempo que la cultura se difunde, desarrolla y profundiza con la educación. ... Es necesario porque interferencias políticas están banalizando y empobreciendo ambos conceptos y a la administración pública de ambos productos, conquistados en la historia por la humanidad.
Laurentino Vélez-Pelligrini, (París,1969). Soy sociólogo de la cultura,ensayista y escritor. Durante los últimos años evolucioné de la Teoría Social a la Teoría y Crítica Literaria. Mis centros de interés versan en torno a la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial.