
Jack London fue un escritor norteamericano, a caballo entre los siglos XIX y XX, que a lo largo de su agitada vida combinó diversas actividades: marinero, empleado en una fábrica, vagabundo, buscador de oro, ranchero… Entre 1902 y 1915 escribió veinticinco novelas. Fruto de sus andanzas fue la ambientación de alguna de ellas, entre las que destaca Colmillo blanco. Entre sus numerosísimos cuentos y relatos figura The minions of Midas, de 1901.

Los favoritos de Midas adapta la idea del relato de London y la transforma en miniserie de seis capítulos, dirigida por Mateo Gil, Miguel Barros y Oskar Santos. Está interpretada en su papeles principales por Luis Tosar y Guillermo Toledo.
El país está en plena ebullición de manifestaciones y disturbios. En este clima, una periodista ofrece al director de un periódico una información que pone al descubierto la financiación que un banco hace al tráfico de armas internacional, la cual ha supuesto miles y miles de pérdidas en vidas. Ese banco es -casualmente- el primer financiador del periódico. Sin embrago, el director de la publicación resuelve sacar adelante la noticia.

Al tiempo, una organización que se hace llamar Los favoritos de Midas chantajea a ese mismo director, requiriéndole que entregue cincuenta millones o -si se niega- matará periódicamente a un apersona elegida al azar. Las muertes empiezan a sucederse y la policía interviene.

La serie -cuando escribo estas líneas solo he visto poco más de la mitad- engrana magistralmente las tres tramas: los disturbios nacionales, la crisis por la publicación y el chantaje. El periodista está magistralmente interpretado por Luís Tosar, y Willy Toledo sorprende cuando recrea a la perfección a un policía que vive uno de los peores casos que le han tocado (con todo, la serie tal vez adolece de una insuficiente ambientación del mundo policial, para mi gusto).
Una serie prometedora y digna de ver. A ver a dónde nos conduce la trama.