
En otra entrada de este blog escribí hace tiempo en referencia a la película de 1986 basada en la novela homónima de Umberto Eco. En 2019 se estrenó la miniserie del mismo nombre, dirigida por Giacomo Battiato bajo guión del mismo director y de Andrea Porporati y Nigel Williams. Cuenta con las actuaciones de John Turturro, Ruper Everett y Damian Hardung.

En una abadia italiana se reúnen diferentes delegaciones con la finalidad de debatir si la iglesia católica ha de seguir voto de pobreza o, por el contrario, está legitimada para atesorar riquezas. Detrás de este planteamiento subyace la lucha medieval -y posterior- entre el emperador y el Papado por el poder civil.
Al tiempo, en la abadía se están produciendo una serie de asesinatos que sin duda alterarán el desarrollo el debate. Fray Guillermo de Baskerville (apellido toponímico relacionado con el detective Sherlock Holmes) intenta resolver el misterio de las muertes y, a la vez, sobrevivir al inquisidor Bernardo Guy.

El nombre de la rosa recrea en ocho episodios la novela de Eco, lo cual hace imprescindible comparar ambas producciones audiovisuales con la novela en sí. Sin duda, el libro es una obra maestra. La película de 1986 fue magistralmente interpretada por Sean Connery, pero no recogía más allá de la mitad de la misma: se limitaba a la trama policíaca. Mientras, la serie que hoy nos ocupa es más compleja, al historiar las revueltas religiosas y el oscuro ambiente político relatados por Umberto Eco.

La película del 86 readaptó su final, para obtener una conclusión feliz que no existía en la obra literaria. Veremos qué hace la serie.
Todos (libro, film y serie) son muy recomendables.