El cine negro es muy heterogéneo e incluye películas con y sin detectives o policías, e incluso sin crímenes. Sunset Boulevard fue dirigida en 1950 por Billy Wilder (coautor del guión), y se estrenó también como El ocaso de una vida, El ocaso de una estrella o El crepúsculo de los dioses. Sus protagnostas principales fueron Gloria Swanson, William Holden y Erich Von Stroheim.
El film se inicia con el cadáver de Holden flotando en la piscina de la Swanson, acribillado a balazos. Como dato pintoresco, será el propio asesinado quien narre –desde el más allá, se supone- los hechos que han llevado a su muerte.
Sunset Boulevard narra el declive de una celebridad del cine mudo (interpretada por Swanson), recluida en su mansión y asistida por un mayordomo que antes fue director de cine (protagonizado por Stroheim, el cual había dirigido en la vida real) y por un guionista buscavidas y en crisis (Holden). Es, por tanto, una historia de ficción encarnada por actores más que creíbles.
Destaca la fotografía y, sobre todo, la actuación de Gloria Swanson, interpretando a una actriz enajenada. También aparecen actores representativos del cine mudo -como Búster Keaton- y el director Cecil B. DeMille, que realiza un cameo.
Película recomendable.
En la línea de héroes destronados tiene lugares comunes con Qué fue de Baby Jane. Uno de los imprescindibles en cualquier lista del mejor cine. Un abrazo.
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