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Cerca de donde vivo hay la tradición de quemar, cada diez de mayo, un monigote que representa al diablo. La suya es una imagen amable, hecha con más o menos gracia y destinada a los más pequeños. Resulta ingente la cantidad de niñas y niños -y otros bastante más creciditos- que se acercan días antes a verlo, erigido sobre la arena de la playa. Muchos dejan a sus pies ofrendas en forma de mini-diablos caseros que también arderán esa noche. La costumbre data de los años cincuenta y no se a ciencia cierta a qué obedece.
El caso es que esta noche -si no hay contratiempo que lo impida- será pasto de las llamas ante una abigarrada multitud que lo contemplará fascinada. Muchos de ellos querrían consumir, también, sus demonios particulares. Yo también quemaré los míos.
El primero en arder, de demonio me refiero, fué el 11 de mayo de 1940 y cuenta la tradición…..
https://ca.wikipedia.org/wiki/Cremada_del_Dimoni
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